Más de 40 representantes de colectivos ciudadanos, dirigentes barriales y representantes de las organizaciones que forman parte del Foro Permanente de Quito (FPQ), junto con autoridades Municipales, participaron en un taller de ideas para redimensionar la ordenanza de participación ciudadana.
El objetivo de este taller, organizado por la Comisión de Participación Ciudadana, fue compartir ideas que aporten a la construcción participativa de la Ordenanza de Participación Ciudadana, Control social y veedurías sobre la base de un documento preparado por el foro permanente de Quito. Contamos con la participación de varios colectivos y ciudadanos expertos en el tema.
En una primera intervención, Ernesto Delgado, del FPQ, resumió la propuesta que desde el FPQ se realizó sobre esta Ordenanza. Asimismo, Rocío Bastidas invitó al diálogo y aportes en base a cuatro importantes parámetros de los cuales los asistentes dieron prioridad a los elementos mínimos e indispensables para viabilizar la participación ciudadana en las políticas públicas.
Los aportes se centraron en que la Participación Ciudadana debe generar encuentros y toma de decisiones, pues sino incide no sirve como herramienta de diálogo. Además, Otra evidencia que nos deja el taller es que a pesar de que exista una voluntad de participar técnicamente y políticamente, hay trabas que no generan espacios reales de participación.
Durante la reunión se enfatizó en la necesidad de una ordenanza desde la ciudadanía que responda a los intereses de participación de los ciudadanos y no únicamente de las autoridades. En este sentido se plantea una ordenanza colectiva.
Fue un espacio donde los ciudadanos analizaron la participación ciudadana desde sus espacios cotidianos. Rescatan que hay la voluntad por parte de las organizaciones de ejercer su derecho a la participación, pero aseguran que no hay procesos técnicos para garantizar la PC por parte de las autoridades. También, para algunas organizaciones y dirigentes barriales, no se generan espacios reales de PC, esto crea un estado de frustración en la ciudadanía. De ahí que exigen se desarrollen procedimientos fundamentales para que la participación ciudadana sea de calidad y genere incidencia.