La Comisión Convocante fue la clave para la tregua en el Ecuador

Área: Democracia y Participación
Redactado por: Ana Minga

 

 

A inicios de junio del 2022 la ciudadanía escuchaba el rumor de que la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador, Conaie, convocaría a un paro indefinido a nivel nacional para exigir al gobierno de Guillermo Lasso el cumplimiento de una agenda de diez demandas que consideraban urgentes para el país. El rumor se convirtió en una paralización real el 13 de junio, cuando el líder indígena, Leonizas Iza, convocó a todas las bases de la Conaie a nivel nacional para que dejaran sus comunidades y se agruparan en Quito, la capital del Ecuador.

Pero la concentración no solo se realizó en la capital, también se hizo en cada territorio donde se cerraron las carreteras, hubo concentraciones en las gobernaciones y manifestaciones en las calles. Lo que parecía una manifestación pasajera, subió de tono la madrugada del 14 de junio cuando policías y militares arrestaron a Iza. Tras este acto, las posturas de la Conaie y del Gobierno fueron extremas, según comenta el Director Ejecutivo de Fundación Esquel, Humberto Salazar, por lo cual desde Diálogos Nacionales de Esquel, vieron la necesidad de convocar a organizaciones de la sociedad civil para encontrar entre todos una solución al enfrentamiento que se agudizaba.

Ni autoridades gubernamentales ni dirigentes indígenas pidieron esta intervención, fue una autoconvocatoria cívica, que no fue pensada para ser pública, el objetivo fue dar apoyo técnico a las partes para que lleguen a un diálogo real, ante dos visiones diferentes que se sostenían en la fuerza, cuenta Salazar.

Esta Comisión se conformó dos días después del arresto del líder indígena y estuvo conformada por siete grandes organizaciones que aglutinan a otros colectivos. En total, la llamada Comisión Convocante tiene a 300 organizaciones de la sociedad civil. Estas siete organizaciones tienen experiencia y conocimiento sobre las partes que estuvieron en conflicto, cada una transmite una visión particular sobre la Conaie y el Gobierno, su aporte en la Comisión fue y es fundamental por ser objetivo y técnico.

 

Estas organizaciones son: Diálogos Nacionales de Fundación Esquel, la Confederación Ecuatoriana de Organizaciones de la Sociedad Civil, Ceosc, la Asamblea del Sistema de Educación Superior Ecuatoriana, Asesec, la Coordinadora Ecuatoriana de Organizaciones para la Defensa de la Naturaleza y el Medio Ambiente, Cedenma, La Conferencia Episcopal Ecuatoriana, CEE, La Coordinadora Política de Mujeres Ecuatorianas, CPME y la Red Nacional de Gobierno Abierto.

La Comisión Convocante mantuvo reuniones alrededor de tres postulados: 1) Reconocer que la protesta social es legítima y las demandas justas. 2) Rechazo a todo acto de violencia tanto de la Conaie como del Gobierno. Y respeto a la población que no participa en las manifestaciones. 3) Desarrollo de un diálogo técnico basado en metodologías.

Los días transcurrían con mayor violencia en el país, las actividades económicas y educativas estaban paralizándose poco a poco y lastimosamente se contabilizaron los primeros fallecidos. Es en este contexto que la Comisión Convocante, el  21 de junio del 2022 realiza una invitación pública a los dirigentes del movimiento indígena y a las autoridades del Gobierno para que se sienten a dialogar con el asesoramiento técnico de las mencionadas organizaciones de la sociedad civil. El Gobierno aceptó el diálogo pero la Conaie desconoció a la Comisión Convocante.

“Cada hora que pasaba era una vida en riesgo”, afirma Salazar y ante la dura realidad que enfrentaba el país, la segunda acción que propuso la Comisión Convocante ante la negativa de dialogar por parte de la Conaie, fue el pedir una tregua pues se hacía urgente la pacificación del país. “La Comisión tuvo un papel importante, no había nadie que llamara a la cordura, entonces dos organizaciones que formaron parte de la Comisión Convocante cumplieron este rol de mediadores, la Conferencia Episcopal Ecuatoriana y las Universidades, quienes tienen nuestro apoyo”, recuerda el Director de Esquel.

Finalmente, el 30 de junio, las dos partes accedieron al diálogo. Tras 18 días de paro nacional, las autoridades de Gobierno y los dirigentes del movimiento indígena, firmaron la denominada Acta por la Paz, tras una larga reunión en Quito. La mesa de diálogo, presidida por la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, logró que se ponga fin al paro nacional. El acta firmada por las partes incluye varios compromisos por parte del Gobierno del presidente Guillermo Lasso, así como la conformación de una mesa de diálogo para tratar los puntos pendientes, en el plazo máximo de 90 días.

La Comisión Convocante no participa en el actual diálogo que mantiene el Gobierno con la Conaie, porque según Salazar, más que diálogo lo que se está dando es un ejercicio de negociación política, donde prevalece la relación de fuerzas y no están presentes otros sectores de la sociedad civil que pueden ayudar a dar o no cumplimiento a las 10 demandas del sector indígena. Sin embargo, la Comisión, según afirma Salazar, desde cada organización trabaja en un programa de reconciliación a mediano y largo plazo, pues los problemas presentados en este paro responden a procesos históricos complejos. Además trabajan en planes para apoyar a los garantes en esta etapa de los 90 días de acuerdos.

 

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