Espacio de diálogo concluye con la necesidad de eliminar el CPCCS y buscar mecanismos alternos de participación

Actuar de manera expedita y activarse desde la ciudadanía, sin temor, para definir el futuro de la participación ciudadana en el Ecuador y las estrategias para la eliminación del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, fueron algunas conclusiones a las que se llegaron este 4 de abril de 2019 en el “Espacio de Deliberación sobre Participación Ciudadana y legitimidad del CPCCS: ¿y ahora qué?”, propiciado por Fundación Esquel y la Mesa de Convergencia, un colectivo independiente que se ha propuesto potenciar la Voz Ciudadana.

Santiago Basabe, académico e investigador de FLACSO; Natalia Sierra, socióloga, investigadora y docente; Francisco Rocha, periodista, analista político y director de la Asociación de Editores de Periódicos (AEDEP) reflexionaron en torno a la relación de la Participación Ciudadana y el Estado, sus alcances, límites, los roles y responsabilidades, a partir de los aprendizajes dejados en la última década, con la existencia de la Función del Estado, y del ejercicio del CPCCS.

Al inicio del diálogo, Boris Cornejo, presidente de Fundación Esquel, dio la bienvenida y Ernesto Delgado, de la Mesa de Convergencia, intervino con una introducción al tema e interrogantes sobre el deber ser de la participación ciudadana.

Natalia Sierra comentó que, en términos globales, hay un debilitamiento de la democracia representativa y una confusión en el sistema político ecuatoriano que refleja lo que ocurre en la sociedad.

En ese sentido, Sierra cuestionó a los movimientos y partidos políticos del Ecuador por carecer de ideologías o pregonar la no pertenencia a alguna, como su carta de presentación, cuando las ideologías son horizontes y caminos de cómo proyectarse y qué camino seguir. “La sociedad tiene que volver a poner sus límites”, enfatizó Sierra, al plantear la urgencia de recomponer el tejido social.

De su lado, Santiago Basabe dijo que la participación ciudadana no es para elegir dignidades y cuestionó el actual modelo planteado en la Constitución de 2008, que instauró el Consejo de Participación Ciudadana, por considerarlo una “novelería” de la que hay que salir por la vía más rápida posible. “La eliminación del consejo tiene que darse pero dejándonos un valor agregado y esto es que es pensar en la vida política del país”, apuntó.

Entre las posibilidades Basabe planteó que una salida vía legislativa, sería la más loable,, pero con un apoyo generado en la ciudadanía, para que exista legitimidad. Enfatizó en que es deber de la ciudadanía organizarse y no dejar que el Estado lo haga.

Al final de la cita hubo coincidencias: desaparecer el CPCCS o restarle sus competencias para elegir autoridades de control y pensar en mecanismos alternativos legítimos. Sin embargo, se expresó temor por las decisiones que podría tomar el nuevo Consejo y el no lograr el apoyo para realizar los cambios que se buscan.

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