Parece que fue ayer cuando la jueza Karen Matamoros declaró culpables del delito de calumnia a los miembros de la Comisión Nacional Anticorrupción, CNA. Sucedió el 20 de abril de este año.

El entonces contralor general de la Nación, Carlos Pólit, había llevado a juicio a los miembros de la CNA acusándolos del falso cometimiento de un delito. Luego de esta condena, descaradamente, Pólit desistió de su querella.

El excontralor acababa de ser ratificado en su cargo por 5 años más y parecía que quedarían en la absoluta impunidad los hechos que evidenciaban su falta de fiscalización del proceso de compra del terreno de la Refinería del Pacífico. Todo era naufragio.

Hoy, Carlos Pólit ha sido sindicado en las investigaciones del escándalo de Odebrecht, está prófugo de la justicia en Miami. Hoy, decidida a cumplir con su compromiso de luchar contra la corrupción conforme es el pedido de sus mandantes, la CNA ha exigido la renuncia de Jorge Glas a su cargo de vicepresidente. Los gravísimos indicios de corruptela en los que se halla involucrado así lo ameritan. Hay un clamor nacional que pugna desde todos lados por la salida inmediata de Glas del Gobierno.

Mientras escribo estas líneas no sé qué pueda pasar en las próximas horas, pero es imperativo que la sociedad civil nos movilicemos para llevar a la justicia a todos los responsables de la asquerosa corrupción que ofenden la ética y la moral públicas.

Fuente: El Extra