Proyectos Ejecutados año 2017
Proyecto/Programa | Socio | Financiador |
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Asentamiento humano para 20 familias afectadas por el terremoto establecido en la comunidad de Bahía Alta – María Auxiliadora, de la parroquia de Bahía de Caráquez del Cantón Sucre, en la Provincia de Manabí | GLOBALSFERA | |
Construir y/o reconstruir varias aulas pertenecientes a la Unidad Educativa Fiscal San Plácido | Comunidad Judía del Ecuador | |
Construcción colectiva de la Agenda de prioridades de las Mujeres ecuatorianas "Transformando la Vida" | ONU MUJERES | |
Time Banks in the Metropolitan District of Quito: Tools for Citizen | UNDEF | |
Construyendo Políticas efectivas contra el trabajo infantil en Panamá y Ecuador | OIT | USDOL |
Ciudades libres de violencia de género | EMBAJADA AMERICANA | |
Civil Society Assistance Program in Ecuador | COUNTERPART INTERNATIONAL | USAID |
Potenciando vínculos entre Organizaciones de la sociedad civil (OSC) y Universidades en Ecuador: hacia una red para la generación de conocimientos y capacidades que permita redefinir y fortalecer las relaciones entre Estados y la Sociedad Civil | GRUPO FARO | UNIÓN EUROPEA |
Proyectos de Años Anteriores

- Participación, diálogo E Incidencia
- Fortalecimiento de Capacidades - Clic
- Género Y Diversidades
- Comunidades resilientes y sostenibles

- Gobiernos Provinciales
- Gobiernos Municipales
- Instituciones del gobierno central

- Género
- Juventudes
- Derechos LGBTI
- Educación
- Salud
- Participación Ciudadana
- Organizaciones comunitarias

Fundación Esquel es una organización privada de la sociedad civil, sin fines de lucro, sin afiliación política ni religiosa, que contribuye al desarrollo humano sustentable del Ecuador, al mejoramiento de la calidad de vida de los pobres y a la construcción de una sociedad democrática, responsable y solidaria. Fundada el 31 de agosto de 1990 por un grupo de economistas, sociólogos, empresarios y otros líderes sociales; desde entonces Esquel es una herramienta de apoyo en el desarrollo del país, habiéndose convertido en un elemento clave del tercer sector en el Ecuador.
Misión: Fundación Esquel, es una organización privada y sin fines de lucro que contribuye al desarrollo humano sustentable del Ecuador, al mejoramiento de la calidad de vida de los pobres y a la construcción de una sociedad democrática, responsable y solidaria.
Nuestro objetivo es cambiar de forma positiva la vida de las personas, durante estos 31 años de trabajo lo hemos hecho desde la innovación social, creando oportunidades para las y los ecuatorianos.
Lo hacemos a través del fortalecimiento de capacidades, espacios de diálogo entre diversos actores, articulación de alianzas y manejo transparente de recursos, para construir conjuntamente un país solidario, democrático y sostenible.
Fundación Esquel se convierte en un referente para las Organizaciones Sociales del Ecuador, al crear estrategias, prácticas de trabajo y tecnologías que promueven la participación ciudadana e incidencia social, política y económica.
Por nuestra capacidad de gestión hemos recibido la confianza de numerosas organizaciones de cooperación internacional y de gobiernos de América y Europa.

Modelo de gestión público-privado para salvar vidas frente a la pandemia.

Impulsar una plataforma multiactor para luchar contra la desnutrición crónica infantil.

Promoción de un diálogo democrático en un contexto de violencia, crisis social, política y económica.

Incidencia en políticas públicas de cara al cumplimiento de derechos (educación, participación, género y salud).

Sumar esfuerzos para la erradicación de la violencia política de género.

Consolidación de modelos de fortalecimiento de capacidades y resiliencia de OSC.
Trabajamos por la defensa y promoción de los derechos humanos y las libertades fundamentales, la paz, la democracia y la participación ciudadana; condiciones de igualdad para los menos favorecidos; y, en general la no discriminación por razones de sexo, opinión política, raza, cultura, religión u opción sexual.
El respeto por los intereses de las comunidades con las que trabajamos. En este marco, nuestras actividades se desarrollan respetando las diferencias y buscan favorecer la participación de la población en los procesos de desarrollo, particularmente en la concepción, diseño, ejecución y evaluación de los proyectos.

CONVOCAR
Amplia capacidad de Convocatoria plural y heterogénea.

FORMAR
En capacidades y herramientas que permiten que el actor se asuma como sujeto de cambio.

INTERVENIR
con pertinencia y oportunidad en ámbitos, sectores, territorios que demandan prioridades.

BUSCAR, MOVILIZAR Y COMPETIR
Por recursos para inversión en desarrollo.

LIDERAR
Procesos, redes, propuestas, temáticas nacionales.

- Organizaciones de la Sociedad Civil
- Autoridades públicas
- Estudiantes
- Niños, Niñas y Adolescentes
- Mujeres y niñas
- LGBTI
- Ciudadanía en general
- Líderes comunitarios
- Actores políticos
- Agricultores
"Hay que recuperar el Estado para la sociedad y levantar esa idea canalizadora del bien común"
Tras su salida del cargo de Ministro de Educación, Milton Luna volvió a la actividad que la apasiona desde hace más de 20 años: la docencia.
Me recibe en su despacho en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador. Se lo ve tranquilo y satisfecho por el trabajo realizado durante casi siete meses. Sin embargo, se nota que, por la emoción con la que detalla lo que fue su gestión, le faltó tiempo para consolidar su trabajo, producto de su experiencia como activista social, catedrático universitario y Coordinador Nacional del Contrato Social por la Educación.
¿Cómo evalúa los casi siete meses que estuvo a cargo del Ministerio de Educación?
Con optimismo por saber que de alguna manera la acción de la sociedad civil, cuando ingresa a una actividad tan compleja dentro del Estado, tiene muchos argumentos (...) Lo que hemos construido como sentido de la educación, como objetivos, como inspiración y ruta filosófica fue el ancla y al mismo tiempo, la luz que permitió superar una infinidad cotidiana de incendios que se tuvieron en la gestión. Es decir, si no hubiéramos tenido claro los objetivos, la filosofía, todo esto que, a través de la sociedad civil hemos concentrado por años, hubiera sido muy difícil encarar semejante desafío.
¿El hecho de venir de la sociedad civil fue una fortaleza?
Es importante comprender que esas funciones están llenas de enormes presiones y tensiones que, no sólo la filosofía y los objetivos ayudan, sino también la compañía que se puede tener al respecto. El haber sido un Ministro de Educación que no viene de un partido político fue una enorme ventaja, por un lado, pero también una desventaja o un problema, por otro. Ventaja porque uno asume con la libertad suficiente como para poder adoptar decisiones técnicas; la desventaja es que este tipo de puestos están sometidos a presiones políticas de todo tipo.
El personaje al frente es altamente vulnerable . De hecho, este segundo factor fue el que, a la larga, incidió en esta corta experiencia que estuve al frente de semejante aparato.
¿Qué aprendizajes le dejó esta experiencia?
Es ineludible para quien asuma este tipo de gestión, no solo tener una agenda filosófica y unos respaldos, sino, un equipo técnico solvente. Yo lo tuve, sin embargo, sentí que a momentos los desafíos eran muy grandes.
El contar con experiencia y, sobretodo con un equipo que pueda enfrentar las dinámicas tan diversas que se tienen para manejar el Estado es importante, pero también lo es, el contar con un personal que tenga una comprensión cabal de qué es lo que piensa hace y actúa el otro conjunto de actores de la comunidad educativa, como son los padres de familia, las organizaciones sociales, entre otros.
También es importante saber cómo establecer un diálogo con las otras funciones del Estado. Entre ellas la legislatura, ya que y ahí es donde también hay múltiples posibilidades de perderse. Tuvimos la fortuna de comprender los desafíos con los que ingresamos y que eran altos y demandantes.
¿Cuáles fueron esos desafíos?
Partíamos de la idea de un cambio de modelo educativo y de gestión. Establecer una agenda de trabajo y de acción muy pragmática que permitiera sentar la acción.
Debíamos incidir en cuatro aspectos fundamentales como: afectar positivamente con una propuesta para la educación rural, desde infraestructura, modelo educativo, hasta participación ciudadana dentro del concepto de Nueva Escuela; dotar de textos escolares; recuperar la figura y el papel de los profesores y un cambio de modelo de gestión, hacia un modelo participativo.
La agenda sustantiva, con la apertura de escuelas rurales era transformar ese modelo educativo en contacto con la comunidad y el entorno. Apuntar a una transformación de la realidad, dentro de un modelo transformador y liberador para recuperar una postura. Ese era el motor más importante de esta iniciativa.
(…) No podremos saber ni evaluar todo esto porque muchas cosas se quedaron en papeles, en relaciones, en presupuestos, etc, aunque quedó montado el trayecto (…) Nunca en nuestro imaginario estuvo el hecho de salir tan rápido.
¿Se podría pensar que no se entendió el proceso o los cambios a implementarse?
Nos faltó transmitir a la sociedad el sentido de esta transformación. No queríamos hacer aspavientos porque era el desmontaje de un modelo que se hizo en una década y que en pocos meses íbamos dando pasos. Era irse en contra de ese modelo poderoso, vertical, pero el país aún no ha estado preparado para asumir retos tan profundos.
Nos toca entender que, en educación, es extremadamente importante visualizar los retos y saber que las condiciones hay que construirlas. Lamentablemente faltó tiempo y por eso propusimos el Acuerdo Nacional por la Educación, porque los cambios necesitan de condiciones y esas condiciones se estaban construyendo como empezar por la recuperación de la confianza.
El estar y trabajar desde la sociedad civil y luego pasar al otro lado, le cambió de alguna manera su visión del deber ser de la educación?
Sigo apostando por el Acuerdo Nacional por la Educación y siendo positivo mi retorno a la sociedad civil, con el mismo impulso. He reafirmado algunas cosas: Se necesita el poder del Estado para acelerar los cambios. Entendí, más que nunca, que se requiere de la acción y participación de la sociedad civil para lograr los objetivos. El estado solo y huérfano no puede emprender acciones.
Reafirmé también el hecho de que la sociedad civil tampoco puede efectuar cambios sin la ayuda del Estado. Sin esta, las intenciones pueden quedarse en retórica y grandes deseos. Esta experiencia me ratifica en la necesidad de que hay que recuperar el Estado para la sociedad y levantar, bajo la acción social, esa idea canalizadora del bien común.
¿Qué cree que pasará con el Acuerdo Nacional por la Educación con la nueva administración y cuáles cree que son los retos de la nueva Ministra?
La sociedad civil debe persistir, el Acuerdo Nacional por la Educación surge desde la sociedad civil y hay que mantenerlo. Hoy es un buen momento para hacerlo ya que hay el compromiso y voluntad política que deben ser aprovechadas por la sociedad civil para conversar y superar discrepancias. Hay que persistir en el tema del Acuerdo hoy más que nunca para que estas propuestas puedan ser impulsadas por esta nueva administración.
¿Por dónde empezar?
La Sociedad civil y Estado deben persistir entorno a la generación de condiciones que faciliten el Acuerdo. El tema de la confianza es importante y se deben dar señales desde el Estado.
¿Qué hacer con las dificultades?
Siempre han habido dificultades, como falta de presupuesto, reducción de personal, pero las enfrentamos y hay que enfrentarlas. Lo más fácil para mí hubiese sido abandonar el barco, pero decidimos quedarnos durante este tiempo en donde se ha despejado el terreno y se han hecho varios surcos importantes en donde se sembraron semillas de plantas que, estoy seguro, alguna vez van a florecer.
Para la nueva administración dejamos un terreno más transitable, ya que, cuando asumí el cargo, se llegó a apagar de incendios.
¿Qué planes tiene tras su salida del Ministerio?
El retorno a la sociedad civil, al activismo por la educación y a aportar con el Acuerdo Nacional y con la Mesa de Convergencia. También quiero volver a escribir mi columna en diario El Comercio, porque mucha gente me pide y a la investigación. tengo en carpeta tres libros para los próximos años sobre historia de la educación, los docentes normalistas y la relación de la educación con un modelo de desarrollo sostenible
Cuáles son los retos para la sociedad civil y para la Mesa de Convergencia de cara a este Acuerdo Nacional por la Educación?
La Mesa de Convergencia, junto con el Ministerio de Educación y otros actores sociales debemos, de manera rápida, construir acuerdos que permitan introducirse en políticas públicas específicas y en un tiempo no mayor a cuatro meses. Si no se hace eso nos vamos a quedar en la retórica y en grandes reuniones.
Hay que reducir el ámbito de expectativas y centrar en puntos vitales los acuerdos, como definir el presupuesto del 2020.
También hay que trabajar en la creación de confianza y fomentar la cultura del respeto. Lo importante es tener acuerdos visualizados y constatados por la gente.
¿Qué hacemos con el Consejo de Participación Ciudadana?
Es la pregunta que la Mesa de Convergencia, impulsada por Fundación Esquel, planteará los próximos 13, 20 y 27 de agosto de 2019, durante tres foros ciudadanos que se desarrollarán en Quito, Guayaquil y Cuenca.
Estos espacios de deliberación tendrán por objetivo que la ciudadanía, academia y diversos sectores sociales conozcan y reflexionen sobre lo que significa la existencia del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS), su pertinencia y la afectación que ha tenido en la democracia.
La iniciativa surge a raíz de varias propuestas generadas sobre el futuro que debería tener el CPCCS, por lo que expertos en el tema, desde visiones interdiciplinarias distintas analizarán los escenarios que se contemplan en el debate social como la eliminación de dicha entidad, la supresión de atribuciones, competencias y recursos o su permanencia, como tal y como funciona en la actualidad.
El catedrático César Ulloa, Ph.D. en Ciencias Sociales, especialista en temas de política comparada, populismo, democracia y sistemas políticos será quien facilite y modere estos espacios. “Queremos tener un criterio de los denominadores comunes que se repiten en las distintas partes del País, acerca de lo que ha significado la pertinencia de este tipo de instituciones y cuál sería su resultado inmediato y a largo plazo, en casdo de eliminación o limitación de sus competencias”, apunta Ulloa.
Los foros serán presenciales y también serán tarnsmitidos en vivo a través de las redes sociales de Fundación Esquel y la Mesa de Convergencia.