Un pacto ético para recuperar la democracia fue propuesto este 16 de julio de 2020 en el foro: “Encrucijada electoral en tiempos de coronavirus”, realizado en el marco del Pacto Social por la Vida y por el Ecuador, una iniciativa ciudadana liderada por Fundación Esquel, junto a 40 organizaciones de la sociedad civil.
El encuentro virtual contó con la participación de la exviceprefecta del Azuay, María Cecilia Alvarado, el experto electoral Fausto Camacho y el politólogo Richard Ortiz, bajo la moderación de César Ulloa y Aracelly Calderón.
Camacho inició el diálogo con un diagnóstico del sistema político. Su veredicto: el Ecuador vive una crisis del sistema político y de la institucionalidad democrática que podría solucionarse con un giro ético y con el respeto a las leyes y la Constitución.
“No es momento de pensar en una reforma constitucional de fondo. El principal problema radica en los actores, en nosotros los ciudadanos, con y sin militancia política, porque la democracia se sustenta en el conjunto de la sociedad”, dijo Camacho, para quien es necesario plantear un pacto ético que pueda sumar fuerzas para darle vida al proceso electoral que se avecina.
Alvarado coincide en la necesidad de tener un pacto que permita construir una propuesta que le devuelva la dignidad a la política, tras haber tocado fondo como sociedad en los casos de corrupción. “Ojalá que podamos priorizar el tema de la honestidad. Privilegiar la honestidad por encima de dádivas o la popularidad (...) que esto sea el germen para resurgir con una apuesta política que devuelva la ilusión de los ecuatorianos y las ganas de creer en lo público, porque no hay democracia que aguante en un sistema de desconfianza y desacreditación”, apuntó la exviceprefecta.
Para Alvarado es importante que los ciudadanos aprendamos sobre el principio de la corresponsabilidad y que no se crea que con ir a votar y elegir ya es suficiente. “En términos generales, nuestra democracia ha sido de líderes solitarios y caudillos. Pensamos que al votar, botamos la responsabilidad, sin comprometerse”, mencionó Alvarado. Al respecto, la exviceprefecta cree que se debe dar un giro en el modo de liderazgo, cambiar de liderazgos mesiánicos que alimentan la cultura del desentendimiento, a un liderazgo participativo, para que la ciudadanía tenga esa responsabilidad.
Finalmente, Ortiz acotó que el sistema político debe permitir que las decisiones públicas reflejen las aspiraciones de los ciudadanos. “Todas estas críticas a la democracia llegan a la misma solución: darle un nuevo impulso y salvarla”.
Para el politólogo, hace falta una cultura política en toda la población, un compromiso ético a todo nivel, tanto de partidos, como de autoridad electoral y ciudadanos ya que, a su criterio, la democracia no es un diseño institucional sino un conjunto de valores. “La honestidad ahora es el acto más político que debe haber en el país. Tenemos que cultivarlo con la educación de la población y pedir que se haga un voto reflexivo y que la sociedad civil exija transparencia y que refuerce el control electoral” concluyó.