Vetar el Código Orgánico de la Salud (COS) y discutirlo de manera amplia, y no centrándose en pocos artículos polémicos. Esas fueron las recomendaciones vertidas este 17 de septiembre de 2020 en el foro digital: “Reflexiones sobre el Código Orgánico de la Salud” que se realizó en el marco del Pacto Social por la Vida y por el Ecuador que lidera Fundación Esquel y 80 organizaciones de la sociedad civil.
El foro contó con la participación de Silvia Buendía, abogada, defensora de los derechos de la diversidad sexo genérica y de los derechos de la mujer y Pedro Isaac Barreiro, médico salubrista, especialista en seguridad. Moderaron el panel Aracelly Calderón y Ángela Fonseca.
Barreiro fue enfático en señalar que el COS debería ser vetado por completo y que, pese a que ha tomado cerca de nueve años en su elaboración, no ha sido formulado por personas idóneas y con conocimientos adecuados y pertinentes sobre lo que significa la salud. Para el experto, la salud es un tema integral que no puede ser reducido a un único cuerpo legal.
En ese sentido, Barreiro mencionó que la salud no tiene que ver exclusivamente con temas médicos u hospitalarios, sino que está estrechamente articulada a la educación; el desarrollar hábitos alimenticios sanos, al trabajo, etc.
Respecto al contenido del Código, Barreiro cuestionó que existan algunas distorsiones y puso como ejemplos el artículo 12 del proyecto de Ley que, de ser aprobado, consagraría el derecho del paciente a aceptar o rechazar un diagnóstico médico, así como la escasa importancia a la salud mental con apenas tres artículos dedicados a la misma, frente a varios artículos que se refieren a sanciones.
De su lado, Buendía lamentó la polémica surgida frente a este Código, debido a que las redes sociales y plataformas mediáticas han estado enfocadas en sólo cinco artículos de los más de 400 existentes sobre temas de derechos que, según la experta, no se debaten, son garantías que se cumplen.
En su criterio, esa situación ha generado una desproporción en la polémica que, en definitiva, incentiva a un posible estado de vulneración y retrocesos de derechos. “Si bien cada persona tiene derecho a tener sus propias creencias religiosas, estas no pueden propiciar la vulneración de derechos humanos fundamentales como el acceso a la salud, o tener una educación de calidad”, apuntó Buendía.
“Hago un llamado a las mujeres que votamos, a que no votemos por aquellos políticos que son verdugos de nuestros derechos”, dijo la abogada, para quien lo más importante es estar mejor informados para tener mejores herramientas que permitan defender los derechos de las mujeres que ya están garantizados en la Constitución.
“A los asambleístas que no entendieron o no leyeron el Código, si se lo llegara a vetar, esas garantías persisten; está el secreto profesional, la objeción de conciencia. Esto no va a cambiar porque haya el veto en los artículos cuestionados”, concluyó la activista.