Un Pacto Social debe democratizar la vida y acortar las brechas

Luchar contra las inequidades, construir cadenas productivas; racionalizar los costos del dinero y una reforma laboral fueron algunas propuestas dadas este 22 de octubre de 2020 en el foro: “Un país con propuestas del Pacto Social” que se realizó en el marco del Pacto Social por la Vida y por el Ecuador -una iniciativa liderada por Fundación Esquel y 80 organizaciones sociales para encontrar respuestas concretas a los problemas que aquejan al Ecuador-.  

En el encuentro virtual participaron: Santiago García, coordinador de la Mesa de Economía del Pacto Social y catedrático universitario; José María Egas, analista en gestión pública y Ramón Espinel, investigador en agricultura y coordinador de la Mesa de Agricultura Familiar Campesina del Pacto. Condujo el espacio, César Ulloa.

A manera de contexto, los expertos coincidieron en que la pandemia ahondó la brecha social y la crisis que ya vivía el Ecuador, pero que se agravó con la emergencia sanitaria, con un incremento del desempleo, la falta de acceso a la educación, la delincuencia y la violencia.

Frente a ese contexto, García fue enfático en que el Ecuador es uno de los países latinoamericanos más golpeados y más vulnerables, por lo que urge emprender una reforma tributaria integral y tomar en cuenta tres aspectos fundamentales: que se construyen cadenas productivas; realizar un pacto financiero  para racionalizar los costos del dinero y una reforma laboral.

“Necesitamos plantearnos una agenda que se encamine a resolver los problemas de manera integral”, dice García, quien es enfático en que en estos procesos se debe involucrar a la sociedad en su conjunto y que esta suma su compromiso para poder avanzar.

De su lado, Egas cuestionó la falta de un verdadero modelo de desarrollo económico y culpó al centralismo de ocasionar esas diferencias y brechas en el desarrollo económico. “La pandemia desnuda una inequidad en el desarrollo territorial porque pone en entredicho si realmente hemos tenido un modelo de desarrollo nacional y si hemos tenido un modelo de desarrollo rural”, apuntó el experto.

Para Egas, es fundamental que se cambie esa política de subsidios por una que sirva para reactivar la producción, así como una reforma tributaria orientada a limitar la fuga de capitales y al pago de tributos para el patrimonio y las grandes ganancias.

También apuntó a que se debe controlar la corrupción y que se de un sinceramiento en las funciones y competencias. “Cualquier pacto debe partir de la búsqueda  de democratización de la vida. Eso supone retornar a la búsqueda del bienestar individual y colectivo (...) necesitamos un pacto para democratizar la vida como país”.

Por su parte, Espinel enfatizó en la importancia de la agricultura familiar campesina como la o base que sostiene la mayor parte de la producción de alimentos para los ecuatorianos y que paradójicamente es uno de los grupos que concentra la mayor cantidad de pobreza. 

“Hay que asegurar recursos y diseñar políticas para contar con su fortalecimiento en términos de: asegurar condiciones adecuadas de producción, de mercadeo de los productos que llegan a centros de acopio y finalmente asegurar la distribución adecuada de alimentos a los sectores y lugares que más lo necesitan”, apuntó el experto. 

Para Espinel, es importante solventar las grandes diferencias que se han creado respecto a la desigualdad, por lo que el Pacto tiene que estar orientado a la democratización en las decisiones de los diferentes sectores y que se cobre conciencia de la importancia de la agricultura familiar y campesina.

El Pacto Social por la Vida y por el Ecuador y sus distintas mesas temáticas han venido trabajando en propuestas concretas que serán entregadas públicamente a la ciudadanía la próxima semana.











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